lunes, 25 de marzo de 2013

La fiesta que dio La Pegatina en Madrid


El pasado sábado. La Pegatina, tenía una cita con su público madrileño, ya había pasado mucho tiempo desde la última vez que les habíamos visto y necesitábamos un poco de su ritmo rumbero y fiestero. Este grupo es conocido por sus espectáculos en festivales de música en los que al tener más espacio y libertad se puede bailar sin problema. En la Riviera, nos esperábamos algo distinto, al ser en un sitio cerrado íbamos a tener más dificultad para bailar con soltura, así fue, pero, la locura y el buen positivismo que se vivió allí no lo cambiamos por nada. 


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El concierto comenzó como ya nos tienen acostumbrados el grupo barcelonés, con un espectáculo de luces, sonido y confeti para dar paso a las canciones del grupo. La ocasión merecía que la noche fuera como diría Barney Stinson: "Legendary" y para ello prepararon un setlist con lo mejor de cada disco, sus mejores éxitos, los más bailables y también los que más nos conmueven. Pero, tampoco se olvidaron de presentar su último disco "Eureka" con la que tocaron todas sus canciones entre las que destacamos como "Lloverá y lloveré", "Olivia", "La ciudad de los gatos negros" o "Non é facile" un tema interpretado en italiano. Y es que, en este último disco la banda se vuelve políglota para cantarnos temas en castellano, catalán, francés e italiano. Pero, durante el concierto aprovecharon para enseñar sus buenas maneras con el idioma y cantaron temas de siempre como el "Sex Bomb" de Tom Jones o el "Song 2" de los británicos Blur.

Entre sus grandes éxitos no faltaron temas de sus tres discos anteriores: "Xapomelön", "Vía Mandarina" y "Al carrer". Durante las dos horas de concierto tocaron temas como "Tomasín", "Miranda", "Gat rumberu", "Alosque", "Qué bonito es el amor", "Mandarinas y pomelos", "Lerei", "La sorranachera" con el que aparecieron disfrazados con sobreros mejicanos, "Lacón con grelos" y "Chocholoco" entre otros.


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La pegatina no estaba sola, por el escenario pasaron unos cuantos amigos del grupo para cantar junto a ellos, a destacar, Mario Díaz con el que tocaron junto a él el tema "Olivia" de su último disco "Eureka!"

Durante el show, no faltó el espectáculo por el que les caracteriza, interaccionando con el público, pidiéndoles palmas, bailando con ellos. Pero, uno de los mejores momentos de la noche fueron los deseos cumplidos de Rubén Sierra, vocalista y guitarrista del grupo, el cual soñaba con tirarse ante tanto público y dar la vuelta en volandas alrededor de toda la sala. Fueron muchas las veces en las que parecía que Rubén se iba a caer, pero, por suerte, pudo cumplir sus sueños.

En La Riviera parecía que estábamos todos, pero, al final de la noche nos dimos cuenta de que faltaba alguien: Maricarmen. Todo el público comenzó a gritar al unísono un "¡No estamos todos, falta Maricarmen!" y La Pegatina nos regaló su éxito "Maricarmen" como el final de su concierto.


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El grupo nos pidió un último deseo, querían bajar del escenario y estar con todo el público para bailar la última canción, una batucada en la que todos los asistentes nos marcamos unos bailecitos de lo más sensuales y movidos.

Creo que no hay mejor forma de describir lo que las 2400 personas congregadas vivimos el pasado sábado en la Sala La Riviera al acudir al concierto de La Pegatina, ¡Eso es una fiesta en condiciones y lo demás son tonterías!

Imágenes: Tilliate.es

sábado, 16 de marzo de 2013

Beach House brilló en la noche madrileña




Los reyes de dream-pop, el término acuñado para tratar de definir un subgénero que valdría para infinidad de propuestas musicales (desde los fundamentales Cocteau Twins a los actuales y más electrónicos M83), se pasaron por Madrid para deleitar a todos sus seguidores aférrimos durante una hora y media de concierto.


Este es ya el tercer concierto de la banda en su gira por España. Antes pasaron por Barcelona con dos espectáculos en los que colgaron el cártel de “Todo vendido” en la sala Apolo. En Madrid, ocurrió lo mismo que en la ciudad condal. Beach House tuvo el aforo completo, aproximadamente unas 2000 personas para un directo en el que el había más gafapastas por metro cuadrado que en cualquier concentración de hipsters. 


La noche comenzó con la actuación del telonero, Marques Toliver, colaborador de ‘Veckatimest‘de Grizzly Bear y favorito de Adele, un chico de tez oscura y rastas que se acompañó a su voz un precioso violín. Un show bastante entretenido para empezar a calentar motores ante lo que íbamos a ver.


A las 21:30 todo quedó en silencio, las luces y la música se fueron para dar paso al grupo de la noche, Beach House, el cual aparecieron brillando más que nunca, y es que la vocalista del grupo Victoria Legrand, eligió para su concierto en Madrid una chaqueta de lentejuelas plateadas con las que se la podía divisar a lo lejos sin dificultad.


La cantante encandiló a todo el mundo con su magnetismo, el que exuda su melena alborotada tras la que a menudo se refugia, el de sus ceremoniosos gestos, propios de una coreografía japonesa y, sobre todo, el de su voz, esa singular voz que es puro aire en movimiento.




Su último disco, "Bloom", ha sido considerado por la prensa especializada como uno de los discos del 2012. Este último disco junto con el “Teen Dream” del 2010 fueron los que sonaron en la Riviera. 


Durante el espectáculo el dúo se mostró tímido al público al que solo le dedicó unas pocas palabras: "Somos tan afortunados de estar aquí... ¿De dónde venís? ¿Del cielo? Esta es la mejor energía que he visto, gracias por traer esta vida, ¡buen trabajo!".



Su música recuerda a The xx. Esa noche el público se dejó seducir por una sencilla y nocturna puesta en escena, así como por su música. "Other people", "Wild", "Norway", "Troublemaker" y "Wishes" han hecho las delicias de un público que con "Irene" y un fondo plagado de estrellas ha puesto rumbo a casa con motivos, al menos hoy, para volver a soñar.